SIETE
SEGUNDOS “FORTUITOS”
Por: Micaela
Ortuño H.
Tranquilamente, podría
elegir algún lugar o escenario para poner en prácticas mis conocimientos
teóricos en comunicación, prácticamente, realizo esa acción en este momento.
Sin embargo, cuando uno
estudia y se prepara para servir a nuestro país en la Escuela Naval Militar, no
existe mejor lugar que las hidrovías. Estos viajes de instrucción, donde los
estudiantes que pertenecen a dicha institución, tienen como objetivo demostrar
de forma práctica todos los conocimientos que adquirieren en sus aulas de
estudio.
Lastimosamente el que
se realizó el 23 de septiembre del 2014,
tuvo consecuencias fatales, dos personas fallecieron.
Las mismas tenían vidas
totalmente diferentes, aun así había un nexo en las mismas, la vida militar.
Uno era estudiante de
quinto año de la Escuela Naval Militar, y la otra persona era una periodista y encargada de relaciones públicas.
El naufragio de la nave
donde iban a bordo tenía como matricula TNR 12, una de las cinco naves que iban
juntas hacia Asunción del Paraguay.
La embarcación de
cuatro años de antigüedad, la cual había sido utilizada para transportar
víveres y una serie de embarcaciones pesadas, mide 13 metros de largo y 3.50 de
ancho. Cuenta con siete camarines, tres cubiertas, sala de máquinas, comedor,
cocina, baños, casco de acero, motor scania 6 en línea a diésel 400 hps.
Liliam Eddme Ortega
Soto, estaba en su camarote, en la parte inferior de la embarcación, buscando
su cámara para comenzar con su labor periodística y el brigadier Jesús Rubén
Quispe Churata, de igual forma en su camarote, descansaba después de haber
hecho guardia durante la madrugada.
Bastaron siete segundos
para que queden atrapados en la parte inferior de la nave, los chalecos
salvavidas no fueron suficientes, la capacidad sobresaliente en natación de
Jesús Quispe, no bastó para salvarlo.
Mientras que los otros veinticinco
pasajeros, que estaban en la parte superior de la nave salvaban sus vidas
saltando de la embarcación, estos fueron auxiliados por las otras cuatro
embarcaciones que iban a su alrededor.
Las unidades de rescate
de la Marina de Brasil, unidades de área y también buzos de la Armada Boliviana
iniciaron el trabajo de búsqueda de las dos personas, pero fue tarde.
Sus cuerpos han sido traslados a sus hogares. Nada
volverá a ser igual. Todo esto servirá de experiencia para precautelar de forma
consciente la seguridad de las personas a bordo de estas u otras naves.
Información extraoficial
afirma que una chata estaba cargada de combustible, esta se volteó y jaló la
embarcación, también se comenta que una barcaza que navegaba en sentido
contrario, más el viento, crearon un
oleaje, que fue causante del naufragio.
Estamos a la espera del
resultado final de las investigaciones que se realizan acerca del tema.
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